Es justo decir que el “Reta”, como se conoce popularmente a Marcelo Retamal, es uno de los mejores y más prolíficos enólogos de su Chile natal. Después de más de 20 años a cargo de De Martino, decidió poner su nombre en la puerta de dos grandísimos proyectos: Viñedos de Alcohuaz en el valle de Elqui, y Reta, en los valles de Limarí y Maule.

Por si todo esto no fuese suficiente para el Reta, y aprovechando los 23. 5º de inclinación de la Tierra y su órbita elíptica alrededor del sol, ha decidido comenzar proyecto en España sin que las vendimias se solapen con las del hemisferio sur. En esta primera salida al mercado, el Reta ha lanzado tres vinos de dos zonas diferentes, Jerez y Sierra de Salamanca.

X Campix es un vino de pasto (término que se refiere a los vinos blancos de Jerez sin fortificar) del pago del mismo nombre, en el municipio de El Puerto de Santamaría. Este viñedo de 1ha está a 12km del Atlántico, a una altitud de 68 metros sobre el nivel del mar, una cota en la que se encuentran los mejores suelos de albariza en todo el marco, la tosca de barajuelas, y a una distancia del océano que ofrece una perfecta harmonía entre concentración y frescor. Las uvas de Palomino Fino fermentan naturalmente en barricas usadas y botas viejas de manzanilla, en las que se cría durante poco menos de un año bajo un fino velo de flor. Este cuvée es una colaboración puntual entre Reta y Armando Guerra.

Ta/Mira es también un vino de pasto, pero en este caso de Miraflores de Sanlúcar de Barrameda, uno de los pagos más legendarios del marco, muy cercano al océano Atlántico y ofreciendo vinos ligeros, delicados y muy sápidos. El método de elaboración es prácticamente idéntico al X Campix, con lo que es posible apreciar las diferencias entre los diferentes terruños jerezanos.

Ta/Rraz proviene de la todavía desconocida zona de la Sierra de Salamanca, en el Sistema Central. Es una mezcla de tres viñedos sobre suelos de granito entre 550 y 700 metros sobre el nivel del mar. Aunque la variedad principal es Rufete, oriunda de la zona, los viñedos viejos ofrecen una mezcla de otras variedades que incluyen Calabrés (Garnacha), Aragonés (Tempranillo) e incluso otras blancas. El vino se elabora sin despalillar, usando los raspones para aportar estructura y un punto de fragancia.

El proyecto no acaba aquí, ya que próximamente saldrá al mercado una Garnacha de Rioja, del valle del Alto Najerilla, una de las mejores zonas de Rioja donde encontrar viñedos viejos de Garnacha.