http://winery.tenutadicarleone.com/

Radda, a la vez un pueblo de Toscana y un distrito de Chianti Classico, tiene una altitud media 50 metros por encima de Panzano. Esta diferencia a priori insignificante, tiene implicaciones estilísticas notables entre los vinos de una y otra demarcación. En Panzano debido su menor elevación y los típicos suelos de galestro, produce vinos más maduros y estructurados, donde nombres como Fontodi o Castello dei Rampolla forjaron su fama. Por contra, en Radda se producen vinos más aéreos, ligeros y, porqué no decirlo, refinados. Aquí es donde bodegas como Montevertine o …

Y es en Radda, rodeada de bosques y en lo alto de las colinas, donde Sean O’Callaghan, un británico originario de tierra de manzanas y sidra elabora unos de los vinos más puros de toda Toscana. A pesar de no ser nativo, Sean recaló en Toscana en 1991, y ha sabido interpretar a lo largo de los años los diferentes terruños de la variedad Sangiovese.

La propiedad se fundó en 2012 y comprende 100 ha de bosques, olivares y viñedos. La filosofía es la típica que nos mueve a encontrar productores como Tenuta di Carleone. En viñedo, métodos ecológicos y biodinámicos se usan para encontrar el equilibrio con otros cultivos. En bodega, fermentaciones con levaduras autóctonas, largas maceraciones, vinos con bajas adiciones de sulfuroso y embotellados sin clarificar o filtrar.

El Chianti Classico sigue un perfil, valga la redundancia, clásico, dentro de la ligereza y que caracteriza el estilo de la casa al estar fermentado y criado en acero y cemento. Uno es una mezcla de diferentes parcelas de selección massal y afinado durante 18 meses en toneles, cemento y acero. Il Guercio, es su vino más icónico y a la vez menos ortodoxo, proveniente de una parcela a 700 metros de altitud y elaborado con 20% de raspón y con una maceración de 120 días. El vino resultante se cría en cemento y combina una pureza y una finura propias de un gran vino de Chambolle-Musigny.