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Primavera en los viñedos

“Quien no haya podado, que ya no pode”. Llega la primavera.

Para el inicio de la primavera, la mayoría de los viñedos en el hemisferio norte deben haber completado ya la poda de invierno, generalmente terminada a finales del invierno o comienzos de primavera, siempre antes de que la viña comience a brotar.

La primavera de 2025 será una estación crucial en el ciclo anual del vino, iniciando la actividad vegetativa con el “desborre” (o brotación), cuando las vides emergen del letargo invernal y desarrollan los primeros brotes verdes. Esta fase presenta riesgos considerables debido a la posibilidad de heladas tardías, por lo que los viticultores implementarán técnicas específicas como quemadores, ventiladores o sistemas de irrigación antiheladas para proteger los brotes.  Es especialmente común la aparición de heladas tardías en regiones con climas continentales o con influencias continentales marcadas, como Borgoña (Chablis especialmente), Valle del Loira, y ciertas zonas del norte de España como Gredos o Ribera del Duero. La protección contra heladas es una prioridad durante la primavera.

En Francia, la primavera de 2025 traerá desafíos específicos relacionados principalmente con la humedad y el manejo sanitario del viñedo. En Borgoña y el Valle del Loira, la alta humedad incrementará el riesgo de enfermedades fúngicas como mildiu y oídio, por lo que será necesario un monitoreo constante y tratamientos preventivos específicos. Burdeos enfrentará retos similares, con precipitaciones que obligarán a prácticas como la poda en verde y manejo riguroso del “canopy” para mejorar la ventilación y evitar enfermedades. Por el contrario, en el Valle del Ródano Sur, las condiciones más secas requerirán una atención particular a la gestión hídrica, incluyendo técnicas de labranza superficial y cobertura vegetal para conservar la humedad del suelo. Muchas bodegas ya remueven ligeramente la capa superior del suelo sin profundizar demasiado. Esto permite romper la capilaridad del suelo, reduciendo la evaporación directa del agua y conservando más humedad cerca de las raíces de las plantas.

En España, la primavera de 2025 mostrará claras variaciones regionales respecto a la gestión del viñedo. 

  • En Gredos, y por encima de todo en Ribera del Duero, el riesgo de heladas tardías obligará a los productores a implementar técnicas preventivas efectivas como la poda tardía para retrasar el brote de las yemas o la utilización de candelas o ventiladores integrados en los tractores para mantener las temperaturas a ras de yema por encima de los 0ºC.
  • En Andalucía, una primavera seca y calurosa planteará un desafío significativo en la gestión hídrica, requiriendo prácticas avanzadas de riego deficitario controlado y la optimización de coberturas vegetales para mantener un equilibrio hídrico adecuado. 
  • El Priorat continuará enfrentando condiciones extremas de sequía, obligando a las bodegas a emplear técnicas específicas como el mulching o acolchado para preservar la humedad del suelo. Se trata de una técnica agrícola que consiste en cubrir la superficie del suelo alrededor de las plantas con materiales orgánicos (como paja, restos vegetales triturados, compost) o inorgánicos (como plásticos agrícolas especiales). Esto ayuda a mantener la humedad del suelo, reducir la temperatura superficial, evitar el crecimiento excesivo de malas hierbas y mejorar la estructura y fertilidad del suelo. 
  • En Galicia, especialmente en Rías Baixas, el enfoque principal estará en la prevención de enfermedades fúngicas mediante una estrategia intensiva de tratamientos preventivos y la gestión adecuada del follaje para reducir la humedad interna del viñedo. Para reducir la humedad interna del viñedo, se aplicarán técnicas de manejo del canopy como el deshojado estratégico alrededor de los racimos para mejorar la ventilación y exposición solar, así como el despunte o topping para limitar el crecimiento excesivo del follaje. Esto aumenta la circulación del aire y reduce significativamente la humedad interna del viñedo, previniendo así enfermedades fúngicas.

En bodega, la primavera de 2025 implicará diversas actividades críticas. En el hemisferio norte, los enólogos estarán enfocados en finalizar mezclas, realizar trasiegos, ajustar periodos y métodos de crianza, además de preparar los vinos para el embotellado. En el hemisferio sur, países como Argentina, Chile, Australia y Nueva Zelanda estarán en plena vendimia, con actividades intensivas en fermentaciones y procesos de extracción para lograr el estilo de vino deseado, adaptándose constantemente a las condiciones que presente cada cosecha específica.

Sergio Fernández