Chicho no cree en Dios. O sí. Bueno, depende. Hay días que sus conversaciones son etéreas. Otros, más mundanas. Pero siempre con mucho criterio. El criterio de aquél que sabe de lo que habla, no por llevar generaciones haciendo vino (el suyo es un proyecto joven), sino por haber aprendido de los errores que un autodidacta suele cometer.
Chicho es un economista de formación que dejó las hojas de Excel por las de albariño, como Alberto Nanclares. Empezó en esto allá por el 2009 y, poco a poco, sin hacer mucho ruido, se ha asentado como uno de los cinco viñateros de referencia en Salnés, elaborando Albariños (y algún tinto) con alma, capacidad de guarda y sobre todo mucha vivacidad.
Sus viñas se encuentran alrededor de la localidad de Sanxenxo. Los suelos varían desde las pizarras rojas, arcillas férricas, granitos puros y arenas de playa. De este último es de donde procede su vino más exclusivo, Nas Dunas, un albariño puro de una viña en pérgola que comparte con Rodri Méndez y Raúl Pérez y del que elabora solamente una barrica por añada. La complejidad de los suelos de sus viñedos es algo en lo que Chicho hace siempre mucho énfasis, quizá la razón por la cual se puede permitir contar cuatro albariños en su gama y todos con su razón de ser. Desde A Pedreira como entrada de gama pero serio y amplio, pasando por O Equilibrio proveniente de una viña de más de 50 años en suelos de xistos, A Cesteira de una viña muy vieja también en pérgola y en suelos de arcilla, mica y granito o el mencionado Nas Dunas.
Chicho sigue mejorando, sus mejores vinos están todavía por llegar, y nosotros tenemos la suerte cada año de ser unos de los primeros en descubrir su evolución.